Las mujeres del impresionismo: Berthe Morisot
“Las mujeres pintan de manera diferente porque ven el mundo desde otra perspectiva, una que el arte tradicional ha ignorado por mucho tiempo.”
¿Quién es?
Les presento a Berthe Morisot, una de las artistas fundadoras del movimiento impresionista. Nacida en Bourges, Francia, en 1841, Morisot empezó a pintar junto a su hermana, Edma, desde niñas. Las dos destacaban desde muy jóvenes por su talento. Aunque las mujeres de la época tenían prohibido estudiar en l’École des Beaux Arts París, la familia de Morisot siempre apoyó su interés artístico y formación privada en las bellas artes. Morisot empezó a exponer en el Salón de París en 1864 con solo 23 años. Continuaría allí por una década hasta que lo abandonó para organizar la “Première exposition de la Société anonyme des artistes peintres, sculpteurs, graveurs, etc.” (lo que hoy conocemos como la 1.ª exposición de los impresionistas). Ella fue la única artista mujer en esta exposición por 5 años hasta 1879. La obra de Morisot marca el arte presentando y celebrando un punto de vista esencial que ha sido ignorado en la mayoría de la historia.
““Con naturalezas como las de sus hijas… se convertirán en pintoras. ¿Se da usted cuenta realmente de lo que eso significa? En el entorno de la alta burguesía, que es el suyo, será una revolución, casi me atrevería a decir una catástrofe…” ”
El mensaje poderoso de su arte
A lo largo de la historia del arte, las mujeres solían ser musas, retratadas por un autor externo. Berthe Morisot pintaba las mujeres desde la 1era persona (revolucionario🙃), lo cual le permitía retratar escenas a las cuales los hombres no tenían acceso. El tema más recurrente de su obra son las intimidades del mundo femenino. En un momento histórico en que lo “femenino” se consideraba frívolo o de menos importancia, la decisión de honrar a la mujer con su arte es una poderosa. Su elección de enfoque no es solo una celebración sino una reivindicación de valor. Además, sus cuadros incluyen elementos como protagonistas complejas y juegos con los estereotipos de género que honran la feminidad sin imponer límites restrictivos.
El arte es expresión humana. ¿De qué nos sirve si ignoramos la perspectiva del 50% de la población? La perspectiva femenina es indispensable para crear una visión completa de nuestra identidad colectiva. El arte también es un medio de conexión, a través de identificación o comprensión. Como mujer, las narradoras son claves esenciales para sentirse identificada con las historias contadas en los lienzos. Además, le ofrece a quienes no se pueden identificar un conocimiento más profundo de esas que contribuyen a enriquecer nuestras identidades.
- Kalena Sofia Oropeza Bolaño ♡
Berthe Morisot (1881). Eugène Manet et sa fille dans le jardin de Bougival[huile sur toile]. Musée Marmottan Monet.
Berthe Morisot (1884). Woman and child in a garden [huile sur toile]. Scottish National Galleries (Kalena Oropeza, photographer, 2025)
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